Intervención en crisis e intentos autolíticos
La intervención en crisis es un proceso que busca influir activamente en el funcionamiento psicológico de una persona durante un periodo de desequilibrio para aliviar el impacto inmediato de los eventos estresantes, y ayudar a reactivar las actividades afectadas por la crisis. La evaluación e intervención adecuadas son esenciales para garantizar la seguridad del paciente y de terceros, ayudarlo a afrontar eficazmente el problema, y empoderarlo para hacer frente a futuros acontecimientos vitales de manera eficaz.
Describimos una crisis como la interpretación de un evento o situación como una dificultad intolerable, que sobrepasa los recursos y los mecanismos de afrontamiento de una persona. A menudo no es el evento por sí mismo lo que causa la crisis, sino que es la percepción del evento por parte del paciente. Las personas que tienen dificultades a la hora de utilizar estrategias de afrontamiento adecuadas pueden desarrollar manifestaciones afectivas, conductuales, cognitivas o físicas en las que podrá ser esencial el abordaje en terapia.
Las crisis son usuales ya sea bajo la forma de intentos autolíticos o de suicidio, consumo de sustancias adictivas, actos violentos u otras formas que requieren tratamiento psicológico