Adicciones a sustancias
Una adicción es una enfermedad física y psicológica. En el sentido tradicional es una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación debido a la satisfacción que ésta causa a la persona.
Las adicciones a sustancias están conformadas por los deseos de consumir y comportamientos de las personas con un problema de adicción. Las adicciones son dependencias de mayor o menor intensidad que traen consigo graves consecuencias a la persona que las padece.
Estas consecuencias afectan negativamente la vida personal y social del individuo y su salud física y mental, así como limitan la capacidad de funcionar de manera efectiva.
Tiene un problema de adicción la persona que cree que no puede vivir sin la influencia de cierta sustancia química, por lo cual la consume en forma permanente, o aquella que simplemente, no ha dejado nunca de utilizarla. Las personas con adicción no controlan su consumo, sino que viven en función de él: es el eje y el condicionante; si tratan de salir repentinamente de esta rutina de consumo, se ven afectados por problemas de ansiedad y, por lo general, vuelven a caer en el consumo, aunque pueden tratarse y conseguir dejar de necesitarla.
Una droga es todo fármaco o principio activo de un medicamento, elemento de origen biológico natural o producto obtenido de él por diversos métodos, o sustancia producida artificialmente, que produce efectos en el sistema nervioso central modificando el estado de ánimo o produciendo placer, y que puede tener potencial de abuso. Entendemos por adicción a sustancias tanto drogas ilegales como el cannabis o THC, cocaína, éxtasis o MDMA, drogas de diseño, speed, etc. como otro tipo de sustancias que igualmente provocan cambios en nuestro sistema nervioso y que están recogidas por diversos motivos dentro del marco de la ley; tabaco, alcohol, café, bebidas energéticas, benzodiacepinas (ansiolíticos), etc.
El consumo de drogas es un hábito aprendido que puede ser analizado y modificado como los demás hábitos de conducta. Se entiende como resultado de alguna combinación o producto interactivo posible de ciertos factores control que incluyen un organismo con unas características biológicas y un repertorio comportamental concretos, un estado motivacional determinado (por ejemplo, condiciones de privación social, depresión, ansiedad, etc.); unas condiciones contextuales generales y específicas determinadas y las consecuencias fisiológicas y/o sociales derivadas de la auto-administración de la sustancia.
A menudo las personas con un problema de adicción piden ayuda terapéutica por si mismas, pero en ocasiones llegan a consulta animados por sus familiares o amigos. En cualquiera de los casos puede existir una situación de ambivalencia emocional acerca de abandonar el consumo de aquello que nos reporta bienestar o alivio pero que se acompaña de serias limitaciones. Esto forma parte de un proceso normal en el comienzo de la terapia psicológica y no es inconveniente para comenzar a abordar el proceso terapéutico.