Intervención en la adolescencia
Cuando hablamos de adolescencia estamos hablando de una etapa de cambios. Cambios físicos y emocionales, que en el transcurso de unos años transforman al niño en adulto. La búsqueda de identidad y la identificación con su grupo de iguales es un referente fundamental en ésta etapa, así como el interés y la preocupación por la imagen corporal, el establecimiento de nuevas amistades, la lucha por la independencia, el enamoramiento, la sexualidad, y el aumento de las exigencias a nivel académico.
La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas. A diferencia de la pubertad, que comienza a una edad determinada a los doce o trece debido a cambios hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo, pues se relacionada no solamente con la maduración del individuo, sino que además depende de factores psico-sociales más amplios y complejos, originados principalmente en el seno familiar.
Esta etapa puede ser una etapa de maduración y crecimiento personal, pero en ocasiones también cronifica estilos de pensamiento, emociones o patrones de conducta relacionados con la ansiedad y la sintomatología depresiva poco adaptativos.
Entender y ayudar al adolescente a afrontar éstos cambios tan importantes de una manera más equilibrada va a provocar que el paso a la etapa adulta sea mucho más adecuada, y ayudará a evitar que se produzcan futuros trastornos y problemas que dificulten su vida futura.