Habilidades sociales
Las habilidades sociales son un conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de un repertorio de acciones y conductas que hacen que las personas se desenvuelvan eficazmente en lo social. Estas habilidades son algo complejo ya que están formadas por un amplio abanico de ideas, sentimientos, creencias y valores que son fruto del aprendizaje y de la experiencia. Todo esto va a provocar una gran influencia de estas habilidades en las conductas y actitudes que tenga la persona en su relación e interacción con los demás.
Son el conjunto habilidades comunicativas, verbales y no verbales, que tiene una persona en un contexto interpersonal que le permiten expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente posibilitan la resolución de los problemas inmediatos de la situación mientras minimizan la probabilidad de futuros problemas.
Algunas de las habilidades sociales básicas son: el apego o capacidad de establecer lazos afectivos con otras personas, la empatía o capacidad de ponerse en el lugar del otro y entenderle, la asertividad o capacidad de defender los propios derechos y opiniones sin dañar a los demás, la cooperación o capacidad de colaborar con los demás para lograr un objetivo común, la comunicación o capacidad de expresar sentimientos, emociones, ideas, etc., el autocontrol o capacidad de interpretar las creencias y sentimientos propios y controlar los impulsos, la comprensión de situaciones: capacidad para entender las situaciones sociales y no tomarlas como algo personal, o culparse de determinadas cosas y la resolución de conflictos.
Un déficit o un escaso desarrollo de habilidades sociales puede generar: Problemas de autoestima, dificultades para saber y poder expresar lo que deseamos y lo que opinamos, timidez o agresividad excesiva y dificultad para hacer amigos y relacionarse, problemas de adaptación laboral, malestar emocional, etc.
Las personas que carecen de estas habilidades son más propensas a padecer dificultades psicológicas como la ansiedad, el estrés o la depresión.
Las habilidades sociales se adquieren a través del aprendizaje. No son innatas, y requieren para su desarrollo, la relación con otras personas.
Por todo ello es importante acudir a un psicólogo para que pueda enseñar a hacer un buen uso de estas habilidades. De este modo, aumentará nuestra calidad de vida, nos hará sentirnos bien y nos ayudará a obtener lo que queremos.
Entrenar el desarrollo de las habilidades sociales suele ser vivido por los clientes como un proceso tremendamente liberador, que les ayuda a sentirse más libres de ser ellos mismos, atendiendo de una manera más saludable sus necesidades en las relaciones con los demás, minimizando los conflictos interpersonales y sintiéndose aceptados y validados emocionalmente, influyendo de forma muy positiva en una buena autoestima.