Fobia social en los niños
La fobia social infantil se caracteriza por miedo acusado y persistente a situaciones sociales o actuaciones en público por temor a quedar mal o que se burlen.
La exposición a estos estímulos produce angustia y síntomas neurovegetativos como palpitaciones, temblores, sudoración, molestias gastrointestinales, diarrea, tensión muscular, enrojecimiento y confusión que pueden llegar a tomar forma de un ataques de pánico.
Los adolescentes pueden reconocer este temor como excesivo e irracional, en cambio los niños no lo logran manifestar. Este miedo se asocia a una conducta de evitación de las situaciones sociales o actuaciones en público temidas o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos, esto interfiere con la rutina normal del individuo, con sus relaciones académicas o sociales, generando gran malestar.
Un psicólogo puede ser tremendamente útil para ayudar a los niños y adolescentes a resolver este problema, que tanto daño genera en la autoestima.
Vea fobia social en adultos para ampliar información.