Trastorno de personalidad esquizotípica
Las personas con una personalidad esquizotípica, al igual que aquellas con una personalidad esquizoide, se encuentran social y emocionalmente aisladas. Además, desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones insólitas.
Las personas con este trastorno de personalidad tienen tendencia a las fantasías y desarrollar un pensamiento mágico, por el que creen en supersticiones, capacidades extrasensoriales, fenómenos paranormales, etc., considerándose a sí mismos, o a veces a otras personas, dueños de "sexto sentido", de capacidades telepáticas, perceptivas, premonitorias, adivinatorias, etc. Frecuentemente padecen ilusiones sensoperceptivas y sensaciones extrañas, como la sensación de presencia de fuerzas ocultas, de espíritus o de personas ausentes. A estos fenómenos se suele añadir una cierta despersonalización, que es una sensación de notarse a sí mismos como cambiados, diferentes, con una identidad modificada y difícil de reconocer. También es frecuente la desrealización o sensación de que la realidad está cambiada, extrañamente modificada.
La psicoterapia es una parte importante del tratamiento. La orientación en destrezas sociales puede ayudar a algunas personas a hacerle frente a situaciones de la vida social y a mejorar su adaptación.