Episodios depresivos
Pasamos por un episodio depresivo cuando nos sentimos muy abatidos, con poca o ninguna capacidad para sentirnos bien o motivados, o simplemente, disfrutar de algunas cosas. En un episodio depresivo la persona experimenta un ánimo depresivo la mayor parte del día, y existe una disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades. Suelen ocurrir además, pérdida o aumento importante de peso sin hacer régimen, cambios por aumento o escasez en las horas de sueño, agitación o enlentecimiento psicomotores observable, fatiga o pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados, disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, pensamientos recurrentes de muerte.
La persona que sufre un episodio depresivo mayor se siente a lo largo del día triste y desanimada. En un principio, este cambio de actitud no es detectada por la persona, pero a medida que pasan los días, se hace cada vez más evidente. La irritabilidad también es uno de los sentimientos más frecuentes en estos casos. El cambio en el estado de ánimo también se hace evidente a través de la expresión facial y el comportamiento de la persona.
los episodios depresivos tienen una duración variable, pero no suelen durar más de 4 meses. Su inicio suele ser gradual. Una vez superado, los síntomas tienden a desaparecer por completo y la persona, por lo general, vuelve a su estado habitual anterior al episodio.
Puede ser fundamental consultar a un psicólogo si usted o alguno de sus familiares está atravesando por un episodio depresivo, de tal manera que se pueda recibir la ayuda necesaria para resolverlo y de igual manera, para prevenir la entrada en un trastorno depresivo mayor, de mayor duración y complejidad a la hora del tratamiento. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser especialmente útil en el tratamiento de estas dificultades emocionales.