Tolerancia a la frustración

Este comportamiento también se da en mayor o menor medida en los adultos. Todas esas cosas que a las personas con adecuada tolerancia a la frustración les resultan simplemente molestas, inconvenientes o desagradables, para ellos son como verdaderas catástrofes. La manera que tienen de interpretarlo hace que les resulte muy frustrante una situación en la que las cosas no salen como ellos quieren o simplemente, han de esperar tiempo para conseguirlo. Citando a Albert Ellis, psicólogo: “mientras que la persona más flexible desea firmemente lo que quiere y lo siente de forma apropiada y se molesta si sus deseos no quedan satisfechos, la persona menos flexible exige, insiste, impera u ordena dogmáticamente que sus deseos se satisfagan y se pone exageradamente angustiada, deprimida u hostil cuando no quedan satisfechos”.
Muchas veces, las personas con baja tolerancia a la frustración se centran más en el ahora, en eliminar ese malestar en el momento en que aparece en vez de centrarse en el bienestar que conseguirían a largo plazo si lograran tolerar la frustración. Esto genera en muchos casos Dificultades de Adaptación, procesos de Ansiedad, Problemas relacionales, sintomatología Depresiva, etc., siendo necesario y conveniente una terapia que ayude a desarrollar un procesamiento adecuado que permita manejar el malestar emocional de una manera satisfactoria.