Baja motivación escolar
Es fácil adivinar que un niño con un buen potencial de aprendizaje y una baja motivación tendrá malos resultados, haciéndose esto más evidente a medida que el niño se hace mayor ya que sus resultados dependerán de más trabajo y horas de estudio. No obstante un niño con un potencial de aprendizaje normal o ligeramente bajo, pero con una alta motivación probablemente sacará adelante los cursos.
Diversos estudios experimentales concluyen en sus resultados que la motivación para el estudio es el factor de mayor peso para predecir el rendimiento escolar de un determinado niño o niña, si bien, es de esperar que un buen cociente intelectual (CI) facilite el aprendizaje y esto repercuta positivamente en la motivación del niño para estudiar, pero no siempre será así.
La motivación es la fuerza que empuja a las personas a actuar y proponerse objetivos en su vida. El desarrollo de estas capacidades comienza en la infancia. Son los padres y profesores los que deben motivar a sus hijos a tomar decisiones y llevarlas a cabo, demostrándoles su confianza en sus habilidades y fomentando el desarrollo de una buena autoestima que les motive para conseguir el éxito y les ayude a superar las dificultades.
Sin embargo, si el niño no se encuentra motivado, consultar a un profesional que pueda ayudarle; será clave en la consecución de objetivos académicos y buena autoestima en el niño.